Prevención del Cáncer – Polifenoles – Vino – La dieta mediterránea

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Los polifenoles son compuestos fitoquímicos antioxidantes que se encuentran en la piel y las semillas de las uvas.

El vino tinto contiene más polifenoles que el vino blanco, porque la elaboración del vino blanco requiere la eliminación de las pieles de la uva después de su presión. Los fenoles del vino tinto incluyen la catequina y el ácido gálico.

Varios estudios científicos han demostrado que los polifenoles tienen propiedades antioxidantes. Los antioxidantes tienen la capacidad de proteger las células del cuerpo del daño causado por las reacciones metabólicas normales. Durante las reacciones metabólicas normales del cuerpo se liberan radicales de oxígeno los cuales oxidan y dañan el ADN, las membranas y las proteínas de las células.

El daño causado a las células del cuerpo debido a la oxidación de los radicales libres generados por el metabolismo, conllevan a la participación de la génesis del cáncer.

Según estudios que se ha realizado sobre los antioxidantes contenidos en el vino, se demostró que pueden ayudar en la supresión de la génesis de algunos tipos de cáncer.

 

 

Pocas palabras sobre la Dieta Mediterránea y el estilo de Vida Mediterráneo:

En la  investigación de los siete países, que realizó Ancel Keys en la década de los 1960, se mostró que los habitantes de la isla griega de Creta tenían los niveles mas bajos de la enfermedad cardíaca y la del cáncer en comparación con el de resto de los otros seis países que se incluyeron en la investigación. Los investigadores recurrieron directamente a los beneficios de la dieta, que posteriormente se adoptó como modelo de la dieta mediterránea, porque en esa época los cretenses no disponían ni dinero ni suficiente cobertura de servicios de salud para que se justificasen tan buenos resultados relacionados con los bajos niveles de enfermedades cardiovasculares y de la enfermedad de cáncer. (Nestle, 1995).

No debemos olvidar que el modelo de la dieta mediterránea, que se adoptó básicamente por el modélo de la dieta tradicional griega que se practicaba antes de la década de los 1960 cuando Ancel Keys realizó el estudio de los siete países, conlleva intrínsecamente la práctica de los ayunos que se practicaban en Grecia durante toda la vida.

Una de las características de la dieta griega son los ayunos de la Iglesia Cristiana Ortodoxa. Los ayunos que indica la Iglesia Cristiana Ortodoxa no se suelen practicar con tanta frecuencia en otros países rodeados por el Mar Mediterráneo como en Grecia. Los habitantes de la isla griega de Creta seguían fielmente los ayunos de la Iglesia Cristiana Ortodoxa los cuales algunas veces les prohibían comer mariscos o pescados y otras veces les prohibían comer carne o productos derivados de la carne que se producían a través de animales con contenían sangre en su cuerpo ( leche, quesos, lácteos, huevos etc). Los griegos practicaban el ayuno alrededor de 180 a 200 días por año proporcionando a su organismo una desintoxicación muy necesaria para mantenerles lo mas sanos posible. Como conclusión es conveniente que creyentes y no creyentes, practiquen el ayuno la mayoría de los días del año con el fin de mantener su cuerpo sano y fuerte.

A través de la dieta mediterránea no sólo obtenemos los nutrientes que necesitamos para nuestra supervivencia, pero también recibimos valiosas sustancias activas que son capaces de protegernos de muchas enfermedades graves (cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, asma, enfermedad de Alzheimer, etc) y para aumentar nuestra longevidad.

 

La dieta mediterránea es una dieta saludable, es un estilo de vida, que combina

  • El ejercicio físico diariamente dando al mismo tiempo importancia a
  • Consumo de alimentos frescos locales y de temporada con el mínimo nivel de procesado.
  • Los alimentos vegetales (aceitunas, hierbas salvajes, vegetales locales)
  • Los cereales
  • Los gramíneas
  • Las legumbres
  • La fruta fresca como postre típico diario
  • Frutos secos y semillas
  • El aceite de oliva virgen extra como principal fuente de grasa
  • Los productos lácteos (principalmente queso y yogur)
  • El pescado
  • El pollo o aves del corral
  • El consumo de hasta cuatro huevos a la semana,
  • El consumo de carne roja una vez a la semana (los de creta solían comer carne de cabra)
  • El  consumo moderado de vino durante las comidas
  • Dulces que contengan miel o azúcar un par de veces por semana.
  • El pan que acompaña a todas las comidas

 

Prevención del Cáncer – Polifenoles – Vino – La dieta mediterránea

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